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Palos Flamencos

Esta serie de cuadros estudia, a través de la fuerza de la línea, donde se concentra y mueve la energía en los distintos palos flamencos.

Por Tangos: En este palo se puede percibir la influencia africana en el flamenco. El movimiento de barcos entre Africa y América pasaba por Cádiz y Sevilla. Su fusión con lo gitano, lo hispano y lo latino debió ser muy rápida. Los gitanos y los negros compartieron territorio en Triana. Probablemente es debido a este origen, que el movimiento del baile concentra su foco de energía y el pulso del ritmo en las nalgas, acentuando su curvatura e incorporándolas fluidamente a los pasos. Las vueltas, asimismo, tienen el origen del impulso en la cadera.  

Por Seguiriyas: En este palo, se siente la consumación de un destino doloroso, ya no hay lucha posible, es una resignación a veces rabiosa, a veces triste, a veces madura. Una enorme queja. En el baile su energía es mas contenida, mas cóncava, se pliega por la cintura y se siente el dolor entre el ombligo y el sexo, donde residen los centros de vida y muerte.

Por Bulerías – Palo de fiesta por excelencia, siempre familiar y social. Tribal. La relación con los otros. Concentra su energía al bailar, en los cambios de equilibrio, rompiendo continuamente el eje de verticalidad, como en quiebros y pellizcos, en un ir y venir y mecerse, como una burla, como un juego con el espectador. Estos quiebros centran el punto álgido del pulso del compás en las caderas y hombros, en un juego entre unos y otros.

Por Soleá:   Palo de aguante, de enfrentamiento con el propio dolor. En el baile esta lucha para soportar la batalla se concentra en la parte alta del torso y en el arraigo de las plantas de los pies, en una luchar por mantener el equilibrio. La caja torácica se estira y cuesta respirar para transmitir el estado de ansiedad ,ya que el diafragma está tenso y los músculos del abdomen contraídos. . Es una postura de lucha contra una situación, de enfrentamiento y desesperación, un intento de sacar fuerzas de donde apenas quedan. A veces la figura se quiebra y vence para, esperando en tensión y concentración, volver a sacar fuerzas con rabia. Por ello hay muchos taconeos rápidos y pasos y silencios muy lentos. De ahí nace la gran dificultad de este baile. Esta posición es agotadora para el cuerpo, pero es esa tensión enfrentada corporalmente, la que le da proporciona su profundidad y belleza.

Por Alegrías: palo de mar y de salinas. Abierto como los puertos. Los brazos se hacen velas y salen con la energía entera de la espalda, como para volar. Alegre, luminoso y melódico.

Por Guajiras: Palo que fue de España a América y volvió influido por el mestizaje de los puertos americanos, entre lo español, la música de los esclavos y y los criollos. Ondulante, de ritmo cálido y sencillo. La energía se concentra en la pelvis y en el balanceo del peso.

Por Tarantos: Palo nacido en zonas mineras, con la angustia del trabajo duro, peligroso y claustrofóbico. El ritmo es como de percusión en los tacones,  como los picos y las palas. La energía está en las clavículas y los hombros. Los brazos y la espalda se contraen y estiran concentrando mucha energía y tensión.

 

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